Por: José Gregorio Gómez
Todos los días los líderes de los partidos de la Mesa de la Unidad Democrática caminamos por las calles de Porlamar, visitamos a los vecinos en sus casas, nos abren sus puertas, nos escuchan cuando les hablamos de la necesidad de salir, los días 26, 27 y 28 de octubre, a colocar nuestras huellas para solicitar el Referendo contra Maduro. Ellos nos responden: “sí, lo haremos, porque necesitamos el cambio”. Nosotros les decimos: “el cambio va y tú eres parte de él”.
Las personas que visitamos nos expresan palabras de compromiso, nos dan afirmaciones de confianza, y lo más importante: en su mirada vemos esperanza.
Es difícil el camino de la libertad; los héroes de la Independencia son considerados así porque fue una hazaña expulsar a la Corona española de nuestro suelo, pero lo hicieron por su constancia y su valentía, más allá del miedo y las batallas perdidas.
Los propósitos esclavizadores del castro-chavismo-madurismo deben y serán contrarrestados por medio del poder revocador del pueblo. El pueblo elige y el pueblo quita.
Revocar a Maduro y a su cúpula será el logro de la voluntad popular expresada mediante el voto, y también en la calle, como muestra de nuestra determinación a tener la vida que queremos y la que merecemos.
Los venezolanos estamos conscientes del poder que tenemos para promover los cambios que consideramos necesarios para mejorar nuestra calidad de vida, con acceso a las oportunidades que nos permitan progresar y legar los beneficios de ese progreso a nuestras familias y a nuestro país.
En eso consiste el cambio que hemos impulsado desde la oposición en nuestra lucha por la restauración de la democracia en Venezuela, en una transformación del ciudadano para que haga valer su voluntad con base en nuestra Constitución, fundamentada en la paz, en la búsqueda del bien común, sobre la estabilidad de los principios democráticos e inspirados por los valores de unidad, fraternidad e igualdad.
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