A Nicolás Maduro no le genera prurito alguno violar sistemáticamente la Constitución Nacional y es que los regímenes comunistas no suelen detenerse en formalismos para imponer lo que ellos consideran “pertinente” para las masas.
Por eso para Braulio Merino, dirigente regional de Primero Justicia en el estado Bolívar “la distribución extorsiva de alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), solo confirman el carácter autoritario de un régimen que pretende controlar al pueblo a través del hambre para sostenerse en el poder”, tal como ocurrió en los países soviéticos hasta la caída del muro de Berlín y sigue pasando en la Cuba comunista de los Castro.
Nicolás Maduro aprobó la noche del martes un decreto mediante el cual el Estado adquirirá el 50% de los rubros producidos por la agroindustria privada y pública con la finalidad de distribuirlas a los Clap “para empujarnos a elevar cada vez más la producción nacional, de manera estable, sostenida”, según palabras textuales de Maduro.
No obstante, el miembro de la junta de dirección regional de la tolda amarilla en Bolívar explicó que mal puede distribuirse lo que no se produce en el país. “Supongo que Maduro solo está pensando en administrar la pobreza, la miseria y el hambre entre 30 millones de venezolanos, en doblegar la voluntad de ese 80% de la población que lo adversa y desesperadamente pide el referendo revocatorio”, dijo.
El también economista de profesión recordó que la clave para acabar con las colas, la escasez y el desabastecimiento radica en fomentar la producción nacional. “Estas medidas erradas y discriminatorias de Maduro solo intentan distribuir la escasez y además acabar con quienes disienten de su modelo fracasado”. A su parecer, obligar a las pocas empresas que quedan a entregar la mitad de su producción a los Clap sólo agravará los niveles de escasez y desabastecimiento por cuanto menos del 20% de la población tiene acceso a las bolsas de comida. “¿A dónde irá a comprar los alimentos el 80% restante de la población? Estamos experimentando en carne propia lo que por décadas han sufrido los cubanos. Ellos con sus libretas de racionamiento y nosotros con un sistema mucho más perverso”.
Merino no dudó en catalogar de “fascista” a este régimen que ha utilizado la Carta Magna como papel de baño y ha pervertido a los poderes públicos hasta el punto de manejarlos a su antojo y de acuerdo con sus intereses. “Estos sistemas comunistas, totalitarios, dictatoriales, hacen como que están gobernando y terminan adoptando medidas populistas y efectistas que benefician a una minoría de la población, mientras la mayoría termina sumida en la indigencia. Estamos frente a un gobierno que se transformó en una fábrica de pobres, que nos convirtió en uno de los países más miserables del mundo y que solo quiere a su disposición esclavos”.
El dirigente justiciero precisó que Maduro no tiene la pericia pero tampoco la voluntad política para resolver la crisis económica que creó Hugo Chávez y que él potenció a su máxima expresión, y eso se evidencia en declaraciones según las cuales “aquí no habrá elecciones hasta tanto se resuelva la crisis económica”.
“Estas palabras solo las pronuncia un dictador, un hombre que está al margen de la Constitución. Maduro no es quien para decidir si en Venezuela hay o no elecciones. Ya basta de populismo, de gente perversa, enferma de poder. Seguiremos en las calles presionando para que el referéndum revocatorio se celebre este mismo año”, concluyó.
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